¿Qué es la espondilitis?
La espondilitis, también conocida como espondiloartritis anquilosante, espondilitis reumatoide y morbus Bechterew, es una enfermedad inflamatoria de las articulaciones de la columna vertebral y de las sacroilíacas (en la unión de la pelvis con la columna vertebral).
Las consecuencias son pérdida de movilidad y deformidad articular progresiva, y algunos pacientes presentan inflamación ocular y alteración de las válvulas cardíacas. Aparte, a veces la espondilitis precede a otra enfermedad inflamatoria intestinal.
Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico de esta patología es bueno, aunque progresa de manera lenta. El 5% de los pacientes empeora aunque lleve un tratamiento y el 95% de ellos mejora de manera significativa. Actualmente, la mitad de los pacientes no llegan a presentar síntomas debido a los tratamientos biológicos.
No obstante, esta patología genera un deterioro de la calidad de vida de los pacientes diagnosticados y de aquellos que han sido diagnosticados tardíamente. Además, el pronóstico de la enfermedad empeora cuando comienza a edades tempranas. En cuanto al sexo, las mujeres suelen evolucionar mejor que los hombres.
Síntomas de la espondilitis
Los primeros síntomas de la enfermedad son dolor lumbar y rigidez, que también puede afectar a la zona cervical y dorsal de la columna, o dolor por inflamación en los glúteos.
Otros síntomas relacionados con esta enfermedad son:
- Uveítis
- Afectación pulmonar
- Osteoporosis
- Enfermedades inflamatorias intestinales
- Artritis de cadera
Pruebas médicas para la espondilitis
Para diagnosticar esta patología, el médico puede solicitar unas pruebas sencillas que valorarán si se trata de espondilitis.
- Antecedentes médicos: el historial médico puede proporcionar información adicional para estudiar si se sufre de espondilitis. La genética también puede jugar un papel importante en la detección de esta patología, por lo que conocer los antecedentes familiares es importante.
- Radiografía de la pelvis y la parte baja de la espalda: para ver si las vértebras han sufrido debido a la inflamación.
- Resonancia magnética
- Análisis de sangre: el gen HLA-B27 se relaciona con la aparición de esta patología. No obstante, no por tener este gen se desarrolla la enfermedad.
¿Cuáles son las causas de la espondilitis?
Las causas no están claras, en la actualidad se siguen estudiando los mecanismos que intervienen en esta enfermedad y su evolución. Además, se cree que existe una predisposición genética y ambiental.
¿Se puede prevenir?
La prevención de la enfermedad no es posible, ya que se desconoce la causa. No obstante, hay ejercicios específicos que pueden fomentar la movilidad de la columna vertebral y fortalecer la musculatura de la espalda.
Esto permite mejorar la rigidez e influye de manera positiva en la enfermedad.
Tratamientos para la espondilitis
Actualmente, no existe un tratamiento curativo, pero puede obtenerse un importante alivio sintomático y una evolución mucho más lenta de la enfermedad mediante la utilización combinada de tratamiento médico y tratamiento fisioterápico.
El fisioterapeuta puede valorar mediante exploraciones globales la flexibilidad de la raquis y el segmento lumbar mediante diferentes pruebas como el Test de Schober. Además, es importante estudiar el estado de la musculatura para valorar posibles contracturas y atrofias.